No sé como funcionan las "relaciones" a través de los blogs, por lo que no sé si debo contestar a tu extenso comentario sobre Grandaddy y Sparklehorse en mi blog o en el tuyo (¿dónde quedó aquella manida frase que aludía a las casas?). Imagino que aunque no tenga nada que ver con tu entrada, al menos si escribo aquí, me aseguro de que lo leas.
El regreso de Lytle no puedo negar que suena a una versión acomodada y más sobria de su grupo madre, pero como soy de los que se aferran más a las sensaciones que me dejan las canciones, que a lo innovadoras o transgresoras que puedan ser, creo que su trabajo tiene un buen nivel y alguna canción enorme: brand new sun. Las expectactivas suelen ser un mal aliado del disfrute de las cosas. Yo no esperaba nada especial y me he encontrado un disco bonito y emocionante. Que no es poco.
Yo estuve también en el PS, tras varios años de ausencia de festivales y, si me apuras, conciertos por problemas personales. Fui sólo el viernes . Estuve leyendo tu crónica, pero en catalán pierdo el detalle. Una pena, porque creo que compartimos universo sonoro (incluso dentro de ese microcosmos que es el indie. No a todo el mundo le gusta The new year o My bloody Valentine)
Me gustaron Spiritualized, Throwing muses, lo que vi de Mae Shi, lo que oí desde el hotel de Crystal slits (me colaron en el hotel de los artistas que está enfrente) y, como no, el encanto vía pompas de jabón hechas canción que son Saint Etienne. De MBV decir que la organización me jodió el concierto. Les había visto en Madrid ya, pero quería probar en un sitio cerrado. Fui a por mi entrada a las 3.30 PM, hice la cola y la conseguí. Lo que no esperaba es tardar media hora en entrar antes de la actuación. Al empezar con tanto retraso, tuve que elegir entre ver a las musas de Boston y dejar a los irlandeses a mitad. De lo cabreado que estaba, no lo disfruté. De las de Boston me perdí tres canciones. Si lo llego a saber, tras ver a Pierce, hubiese ido a the pains, luego a Lytle y hubiese disfrutado de Throwing muses en su totalidad. De hecho, fue mi razón principal para ir al festival desde Madrid.
Creo que MBV tienen una puesta en escena radical y atípica, claramente no apta para neófitos. Entre tanto ruido, te proponen un viaje instropectivo para buscar esas melodías que están en tu cabeza. Una experiencia diferente.
Otro día te hablo de Sparklehorse y de Seagull, grupo que descubrí en tu blog y que me ha hecho bastante tilín.
3 comentaris:
i d'on surt aquesta joia de tres línies?
Hola,
No sé como funcionan las "relaciones" a través de los blogs, por lo que no sé si debo contestar a tu extenso comentario sobre Grandaddy y Sparklehorse en mi blog o en el tuyo (¿dónde quedó aquella manida frase que aludía a las casas?). Imagino que aunque no tenga nada que ver con tu entrada, al menos si escribo aquí, me aseguro de que lo leas.
El regreso de Lytle no puedo negar que suena a una versión acomodada y más sobria de su grupo madre, pero como soy de los que se aferran más a las sensaciones que me dejan las canciones, que a lo innovadoras o transgresoras que puedan ser, creo que su trabajo tiene un buen nivel y alguna canción enorme: brand new sun. Las expectactivas suelen ser un mal aliado del disfrute de las cosas. Yo no esperaba nada especial y me he encontrado un disco bonito y emocionante. Que no es poco.
Yo estuve también en el PS, tras varios años de ausencia de festivales y, si me apuras, conciertos por problemas personales. Fui sólo el viernes . Estuve leyendo tu crónica, pero en catalán pierdo el detalle. Una pena, porque creo que compartimos universo sonoro (incluso dentro de ese microcosmos que es el indie. No a todo el mundo le gusta The new year o My bloody Valentine)
Me gustaron Spiritualized, Throwing muses, lo que vi de Mae Shi, lo que oí desde el hotel de Crystal slits (me colaron en el hotel de los artistas que está enfrente) y, como no, el encanto vía pompas de jabón hechas canción que son Saint Etienne. De MBV decir que la organización me jodió el concierto. Les había visto en Madrid ya, pero quería probar en un sitio cerrado. Fui a por mi entrada a las 3.30 PM, hice la cola y la conseguí. Lo que no esperaba es tardar media hora en entrar antes de la actuación. Al empezar con tanto retraso, tuve que elegir entre ver a las musas de Boston y dejar a los irlandeses a mitad. De lo cabreado que estaba, no lo disfruté. De las de Boston me perdí tres canciones. Si lo llego a saber, tras ver a Pierce, hubiese ido a the pains, luego a Lytle y hubiese disfrutado de Throwing muses en su totalidad. De hecho, fue mi razón principal para ir al festival desde Madrid.
Creo que MBV tienen una puesta en escena radical y atípica, claramente no apta para neófitos. Entre tanto ruido, te proponen un viaje instropectivo para buscar esas melodías que están en tu cabeza. Una experiencia diferente.
Otro día te hablo de Sparklehorse y de Seagull, grupo que descubrí en tu blog y que me ha hecho bastante tilín.
Un saludo
Qué entrada tan preciosa, me encanta la foto y también el texto, todo tan melancólico... parece una despedida feliz de la vida.
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