Al caminar deprisa por la lluvia se le cayó una moneda y siguiendo el tintineo vio que también se había enredado el pie con el cordón del zapato. Se agachó para atárselo y descubrió que el mito de que los chicos no llevan nunca paraguas no es del todo cierto. Al volverse a levantar tropezó y se dio cuenta de que en realidad se había atado mal el cordón, a parte de que la moneda se había deslizado por la alcantarilla sin que nada pudiera hacer. Se preguntó si habría caído en cara o cruz, aun conociendo que no lo podría saber (si no se metía dentro).
1 comentari:
He llegit: se había enredado el pie con el corazón del zapato, i m'ha semblat un frase amb sentit i tot.
Que deixi de ploure ja no?
:)
(L)
Publica un comentari a l'entrada